COLEGIO BRAVO PAEZ I.E.D
GUIA DE TRABAJO DE ETICA
GRADO SEPTIMO 2020
TEMA: la ética y la importancia en la vida diaria.
TIEMPO: 2 horas
Docente. Luz Betty Pelayo Monroy
Para qué sirve realmente la ética?
19 julio, 201
En uno de sus libros tempranos, prolongado por López Aranguren, Adela Cortina (Valencia, 1947) definía la ética como una suerte de reflexión
filosófica sobre la moral realmente vivida. Y así, si hablar de moral sería
hablar del comportamiento humano en cuanto caracterizable como bueno o malo,
tomando en consideración los códigos o principios que lo orientan, la “etica” o
“filosofía moral” supondría un “segundo nivel reflexivo acerca de los juicios,
códigos y acciones morales ya existentes, a los que elevaría a consciencia y,
en definitiva, clarificaría. En este sentido, la ética sería algo así como una
teoría filosófica de la acción humana. Una teoría que no ignoraría el carácter
contingente de su objeto.
Muchos años, y muchos libros después (Ética mínima: Introducción a la
filosofía práctica, 1986; Ética sin moral, 1990; Ética aplicada y democracia
radical, 1993; Ética civil y religión, 2002; Justicia cordial, 2010) Adela
Cortina vuelve sobre su gran tema, la ética, centrándose en su utilidad, que
es, -nos dice ahora- la de nuestra propia capacidad moral, que debemos
convertir en algo máximamente fecundo o rentable. Ya se sabe que la forma de la
pregunta condiciona, por lo general, la respuesta… Sea como fuere, se diría que
Cortina, convertida entretanto en una experta en “ética de los negocios”, nos
lleva en esta última muestra de su trabajo desde las cimas del kantismo más
puro y riguroso, con su tesis del primado del deber y, en consecuencia, del
carácter de fruto colateral de la felicidad, en el que se formó, las
covachuelas de un sutil humanitarismo. Y si en plena “tangente ática”
Aristóteles escribió que “la verdadera felicidad consiste en hacer el bien”, su
heredera en el oficio Adela Cortina nos recuerda ahora que “la ética sirve para
apostar por una vida feliz, por una vida buena, que integra, como un
sobreentendido, las exigencias de la justicia y abre camino a la esperanza”. Y
no solo eso. Porque también vendría a servir, según nuestra autor, para
resolver, encauzar y enderezar otras muchas cosas, no menos importantes, hasta
el punto de dar al lector la impresión de que la ética sería una especie de
curalotodo mágico, tan “útil” o tan “rentable” como para suturar potencialmente
todas nuestras heridas. Y así, serviría para abaratar costes, crear
riqueza y enseñar a priorizar invirtiendo en lo que realmente “vale la pena”,
como serviría también para intentar forjarse buen carácter, para recordar que
los seres humanos necesitan ser cuidados y están, a la vez, hechos
para cuidar de próximos y no tan individual, para ser protagonista de la propia
vida y para aprender a degustar lo que es valioso
Pero la ética sirve también, para Cortina, para “cambiar las tornas y
tratar de potenciar las actitudes que hagan posible un mundo distinto”.
Nada menos. Es obvio que las actitudes morales importan mucho. Tanto como lo
que las hace posibles. Pero llegar a sugerir, pongamos por caso, que los
innumerables casos de corrupción a que asistimos tienen su origen en
desfallecimientos de la voluntad moral sería casi un sarcasmo. ¿Puede
prescindirse así de las cuestiones estructurales? ¿Qué entiende la autora por
un mundo distinto? ¿Cuál sería su base material? Y, ¿de qué justicia hablamos al
sugerir la conveniencia de conjugar justicia y felicidad? ¿De la justicia
completa o universal, de la correctora o conmutativa o de la distributiva?
Particularmente inquietante resulta, por lo demás, la invocación de nuestra
autora, siguiendo a Jeffrey Sachs, a la compasión de ricos y poderosos y a su
voluntad de ser respetuosos y honestos con los demás como “motor de cambio”.
Se diría que a la luz de esta obra no existen otros valores que los
morales “puros”. Y, sin embargo, no parece prudente
-ni posible- prescindir de las razones bien de anclaje remotamente religioso,
debidamente depuradas, bien políticas, sociales y económicas de connotación
siempre fuertemente axiológica, a la hora de habérselas con estas exigencias.
Como tampoco parece conveniente ignorar las causas reales de nuestros
antagonismos constitutivos, ni menos aún de las de esa variante especialmente
dolorosa del mal moral que es el mal social, un mal que no se reduce al
estado de “humillación” al que tantos se ven hoy condenados. ¿Puede
prescindirse del mal en una obra de ética?
En la denuncia de las raíces morales de la actual crisis y de cuanto lo
ha hecho posible -en el plano ético, claro es-, así como en la defensa de los
valores del ciudadano activo y de una democracia “verdadera” esta obra alcanza,
sin duda, su momento culminante. Con un matiz: ¿por qué no más atención a la
responsabilidad legal? Algunos lectores no podrán menos de pensar que Cortina
ha trazado las líneas maestras de un intento -uno más, y van muchos- de
recomponer un alma moral a este mundo desalmado sin tocar sus fundamentos
materiales.
ACTIVIDADES
1.
Lea con detenimiento y saque los apartes más importantes de la
lectura
2.
Saque 10 palabras que sean
significativas en el texto y con ellas explique el mensaje de la lectura.
3.
Consulte que es la moral y de 3 ejemplos cotidianos donde se aplique
la moral.
4.
Si hablar de moral es hablar sobre el
comportamiento humano explique su moral en dos párrafos.
5.
Está de acuerdo que la verdadera
felicidad consiste en hacer el bien. Explique por qué sí o por qué no.
6.
Escriba un cuento donde se demuestre
que la ética sirve para apostar a una vida feliz
7.
Realice una historieta donde se refleje cada una de las partes de la lectura “para
qué sirve realmente la ética.
8.
Cuál es su aprendizaje acerca de la
lectura.
Buenas tardes profesora esta gia es para también es para 703
ResponderEliminarGracias por su colaboración que tenga buenas tardes.